Bucear en Águilas: La inmersión en «La bahía»
«La bahía» es como se conoce al punto de inmersión accesible tanto desde barca, como desde la Playa de los Cocedores, y que transcurre en los alrededores de la punta del «Nido del cuervo». La inmersión forma parte de las catalogadas como de «infantería», pues es facilmente accesible desde tierra con tan solo unos metros de aleteo en superficie.
La playa de los cocedores, llamada así por ser el punto donde se cocía el esparto a principios del siglo pasado, principal exportación del puerto de Águilas junto con los minerales de las zonas mineras de Lorca y Baeza, tiene además un Amplio paseo en su parte superior donde podras montar el equipo e incluso ponertelo, ya que el acceso por las escaleras a la playa no es complicado y el acceso al agua desde las escaleras apenas supone unos metros.

Buceo en Águilas: La inmersión en «La Bahia»
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Esta inmersión es perfecta para dar un paseo tranquilo, o como primeras inmersiones para buzos despues de un curso o aquellos necesitados de una inmersión de reciclaje para recuperar sensaciones, pues la el punto de inmersión se haya muy resguardado al quedar protegido tanto por el muelle del embarcadero del Hornillo como por la Isla de Fraile, lo que la hace además una alternativa a considerar cuando sopla Levante y las condiciones del mar no son buenas para salir a bucear desde embarcación.
La inmersión comienza alrrededor de los restos de los grandes bloques y del espigón que hubo hace unos años en la pared sur de la bahía. Alrededor de las rocas que lo forman, hoy ya colonizadas por esponjas y algas, podemos comenzar la inmersión alcanzándo a su altura los 5 o 6 metros de cota.

Nos hallamos sobre un fondo de arena y posidonia bajo nosotros y a nuestra izquierda, hacia la bahía, mientras que a la derecha, siempre tendremos como referencia el roquero del antiguo espigón y la pared del acantilado. La inmersión es la típica sobre roquero, vamos siguiendo el contorno del terreno hacia la punta del Nido del Cuervo mientras bicheamos a nuestro antojo por el roquero en busca de morenas, nudibranquios y algún pulpo escondido entre las rocas. Enfrente y a nuestra izquierda, podemos ver pequeños bancos de sargos y mojarras, algún solitario dentón, grupos de salpas comiendo en las rocas entre la posidonía y con un poco de suerte, alguna sepia.

Vamos ganando profundidad hasta que llegamos a la punta del Nido del Cuervo, donde cogemos los 14 metros de profundidad. Chequeamos nuestro aire. Si tenemos suficiente, podemos doblar la punta y avanzar unos metros antes de dar la vuelta y seguir el mismo camino a la inversa para volver al punto de partida. La vuelta podemos hacerla alejado unos metros de la pared, encontrándonos entre la posidonia pequeños roqueros, un gran ancla y algún cubo de hormigón de los usados para hacer de escollera, en los alrededores de los cuales podemos encontrar alguna sorpresita.
La parada de seguridad podemos hacerla sin problemas en los restos de la escollera a 4 o 5 metros de profundidad, mientras aleteamos camino de vuelta hacia la playa, que podemos hacer sumergidos si tenemos reserva suficiente y no nos apetece aletear en superficie.

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